domingo, 15 de junio de 2014

De cómo Victoria creyó encontrar un poema inédito de San Juan Bautista de la Salle

¡Queridas y queridos lectores/as!
Aprovechando mis días de descanso, el miércoles y el jueves cogí mi maletilla y mi amiga Anaïs y me fui a.... REIMS. Muchos de vosotros quizás no conozcan esta ciudad, pero sé que parte de mi público lector es lasaliano, así que del tirón dirán: Reims, 1651, ciudad donde nació San Juan Bautista de la Salle y donde empezó sus escuelas blablabla (y así hasta completar toda la información dada por la película El Señor de la Salle). 
Todo lasaliano que se precie ha visto 
esta película al menos 12 veces 
a lo largo de su infancia, mi abuela nos amenazaba
 con ponérnosla si nos portábamos mal. 

Visitar Reims era sin duda un retorno a los recuerdos lasalianos, y paseando por su magnífica catedral pude encontrar una escultura a San Juan Bautista y paneles explicativos en francés con su dedicación y su amor por la enseñanza. 

Justo al lado de la catedral se encontraba una pequeña biblioteca, muy muy bonita en la que entré (no podía evitarlo) y me encontré esta sala:

El catálogo de la biblioteca

En la fotografía podéis ver el catálogo de la biblioteca, el antiguo, el de los cajoncitos con las fichitas y demás cosas que cualquier amante de los libros (yo) vuelve loca. Así que me puse a abrir cajones, mirar fichitas y curiosear hasta que se me ocurrió una gran idea: Si mi querido fundador era de Reims... ¡lo mismo había algo de él! Buscando por su nombre encontré una fichita que decía: 

De la Salle, Juan Bautista 
Poema inédito. (blablabla)

Era un notición: ¿desde cuándo San Juan Bautista fue poeta? Además... ¿poema inédito? Creía haber encontrado la noticia del año, nada más que por eso ya tenía que tener derecho a una plaza de profesora de francés para to mi vida en un colegio de la Salle. Sin pensármelo dos veces pedí el libro pensando que sería algo rápido.

 Era una señal divina

Tuve que rellenar una ficha con mis datos, dar mi DNI como fianza. La señora me invitó a desinfectarme las manos, me prohibió usar bolígrafo, me dio un lápiz especial de la biblioteca y puso delante de mí un cojín. 
¿Un cojín? Cuando iba a decirle; Eh señora, que si a a tardar tanto como para que tenga que echarme una siesta antes... pues lo dejamos eh, justo ahí, trajo un libro en una bandeja (con la hora que era hubiera preferido un bocadillo de jamón, pero bueno...) y lo dejó encima del cojín.

El libro era muy bonito, pequeñito y lo abrí con cuidado y en la primera página se dejaba ver el nombre de Juan Bautista de la Salle. En la página siguiente se alababa al autor y en una línea leí: conocido también por la creación de la elegía por la muerte de Carlota Corday. Un momento, este nombre lo he escuchado antes....
Carlota Corday mató a Marat durante la Revolución Francesa

¿La revolución francesa? ¿San Juan Bautista de la Salle? Algo fallaba.... y es que efectivamente, hay un señor que se llama EXACTAMENTE IGUAL que tiene un libro en REIMS.

Nooooo ¿Cómo subsanar mi error?

No sabía cómo decirle a esa señora bibliotecaria que se había tomado tantas molestias (recordemos que me había hasta puedo un cojín) que me había equivocado de persona... así que me acordé de cómo mi padre se enrolla como una persiana cada vez que se encuentra en un archivo y con aires de investigadora profesional le dije: Señora, esta no es la persona que busco, porque las fechas no coinciden, la persona que busco es un santo nacido bastantes años antes.... siento el error, pero como conocedora de su obra, me parecía imposible pasar por alto el descubrimiento de un posible poema inédito, porque bueno, ya sabe que en el mundo de la archivística, siempre hay que comprobarlo todo.
La mujer me soltó un discurso sobre la importancia de comprobar las fuentes y sobre lo triste que estaba por mí, que no había dado con la verdadera persona. Después huí haciendo la croqueta.

Y esta es la historia de cómo descubrí al falso Juan Bautista de la Salle y de cómo me tiré el pegote en la biblioteca de Reims haciéndome pasar por investigadora oficial de la vida de JuanBa.

Gracias queridas y queridos.

domingo, 8 de junio de 2014

Primeras peripecias de una "agente de recepción" de la Torre Eiffel


Desde hace días recibo cartas anónimas, llamadas a altas horas de la mañana, mensajes al móvil, espontáneos por la calle y todos me dicen lo mismo: 
Pepis, ¡¡¡¡estamos esperando tu entrada sobre la Torre Eiffel!!!!! 
Lo siento querido público, me he hecho de rogar y no por capricho sino porque mi apretada agenda me lo ha impedido (mentira). 

El día 16 de mayo fue mi primer día de trabajo en la Torre Eiffel, Victoria preparada con un maravilloso uniforme color verde caca y con la torre en naranja, se encaminaba llena de ilusión (y muerta de miedo).

Lo que yo imaginaba que pasaría

Pero nada podía impedirme que las cosas fueran bien, decidí poner mi mejor sonrisa y preguntar a dónde tenía que ir. Me asignaron una persona con la que tendría que pasar las 8 horas de mi primer día de formación (eran 4 días) y tuve la suerte de topar con un hombre que llevaba 18 años trabajando allí y que, aunque era duro, fue muy simpático conmigo. Me enseñó tooooodas las claves, y aunque creía que jamás llegaría a almacenar toda la información en mi cabeza, ese mismo día ya pude hacer trabajo sola, siempre con mi sonrisa perenne...

Como yo creía que sonreía....

Como realmente me veía la gente

Descubrí entonces cómo manejar los ascensores, cómo responder a cualquier pregunta de un turista, desde el que busca el baño hasta el que te pregunta cuánto mide cada uno de los pisos de la torre.... Descubrí lo bonito que es recibir el agradecimiento de la gente a la que ayudas, descubrí la emoción, los gritos de la gente que sube por primera vez a este monumento.... y no sólo eso, descubrí unos compañeros acogedores, gente a la que le gusta su trabajo, y que sobretodo te acogen con los brazos abiertos, sea cual sea su tarea, limpiador, cajero o jefe. 
Por esa parte no tengo ninguna queja, creo que he tenido muchísima suerte de encontrar un primer trabajo que me apasione, que cuando llega la hora de volver a casa, me sepa a poco. 

Al principio lo peor fue orientarse, allí el sur, allí el norte, allí el pilar de oeste, detrás del este el baño, las escaleras allí, el ascensor allá, la tienda pa' el otro lado....Me llevé tres días teniendo pesadillas de preguntas de turistas a las que no sabía responder.

¿Y las experiencias? Mi madre dice que tengo que escribir un libro de anécdotas, y es que no me faltan.  Cada día pasa algo que te saca una carcajada. Pero no os preocupéis,¡os he preparado una selección de las mejores!
He llegado (no sé cómo) a hablar hasta en alemán, y la frase de anuncio de la segunda planta (que hay que decir en varios idiomas)¡ya me sale hasta sin pensar!
C'est le deuxième étage, vous devez changer d'ascenseur pour aller au sommet.
This is the second floor, you have to change lift to go to the top
(En este momento, cuando ves que hay gente que todavía no ha querido salir del ascensor... hay que decirlo en español e italiano) 
Esta es la segunda planta, hay que cambiar de ascensor para ir a la cima 
Questo è il secondo piano, bisogna cambiare ascensore per andare al punto più alto...
Y entonces ya todo el mundo se mueve

Victoria pavoneándose de su conocimiento lingüístico

En mi tercer día de formación, encontrándome yo (toma giro quijotesco) en la fila de las reservas, vi llegar a un grupo de unas treinta personas de edad alta-media (el uso del oxímoron "alta-media" tiene una simple explicación, no quiero que nadie que me lea, me pregunte después que qué entiendo por "edad alta" y se cabree diciendo que tampoco son tan viejos). Hasta ahí todo correcto, el guía (era el guía porque llevaba un paraguas aunque no lloviese) vino hacia mí y me dijo du yu espik inglis? A lo que evidentemente respondí: Sí caballero, hablo español.
 El hombre me preguntó entonces que si estaban en el lugar correcto para entrar con una reserva, y le respondí que sí, pero que tenían que esperar unos minutos porque llegaban un poco antes de la hora. El hombre se giró y dijo: ECHARSE TOS PA'ALLÁ QUE TOAVÍA NO EH.
Victoria, maravillada por el acento tan familiar miró bien el grupo de personas y descubrió a un señor.... vestido con la camiseta del Cádiz CF. Me salió del alma, fue humano, tuve que decir: ES DE CAIIIII 
Lo que ocurrió después fue simple, el señor me escuchó y me preguntó si era española, a lo que le respondí que no sólo era española, sino que era gaditana. Ni que decir tiene que se puso contentísimo, y antes de pregonarlo al resto del grupo quiso asegurarse y pregunto; pero de Cai Cai? de qué barrio?
-De al ladito del Carmen 
Y entonces, dirigiéndose al resto de su grupo.....
ES DE CAI CAI, DEL MENTIDERO!!! UNA GADITANA EN LA TORRE EIFFEL!!
Por una parte me sentía un poco angustiada porque recordemos que estaba todavía en periodo de formación (a todo esto mi formador estaba al lado descojonándose de mí) pero por otra parte experimenté una alegría inmensa al encontrarme a gente de mi tierra, de al ladito de mi casa, y de ver que la solidaridad gaditana se presentó en menos de dos segundos. Reproduzco algunas de las frases que escuché...
¡Dicen que los jóvenes os vais de vacaciones, pero mira, a trabajar van!
¡Yo soy de la calle Nueva!
¡Yo de la avenida!
Y entonces.... el señor me pregunto si podía hacerme una foto con él, por supesto! es un honor! Lo que yo no sabía es lo que me prometió después: voy a hablar con fulanito (imposible recordar el nombre) pa que la ponga en la revista del Cádiz CF!!
Así que a la espera estoy, a ver si tengo suerte y me hago famosa ¿no?


Y como esta, muchas más. He aprendido la sutil diferencia que hay entre la palabra restroom y restaurant. Ojo, parece fácil, pero cuando te la dicen a toda velocidad... y más cuando un rubio de anuncio de colonia viene hacia ti, una Victoria preparada para contestar a lo que le echen...
-Where is the restroom?
-Well, which one? Because there are two! One in the first floor and the other one is...
-No, the bathroom, toilet
-Ah, well, just there...

(traducción: Soy estúpida, he confundido el váter con un restaurante)

Y por último la bonita imagen de una mujer que creo que era checoslovaca, vestida con el traje típico de allí que por señas me preguntó que dónde podía esconder un cuchillo que llevaba en el bolso, y que evidentemente no le dejaban pasar.... Gracias a mis grades conocimientos de checo (y hasta de eslovaco) fui capaz de decirle que tenía que enterrarlo en el jardín de enfrente. 
(Sí queridos, hice mímicas y la señora me entendió, y todos contentos).


Viva yo

Espero poder seguir al menos todo el verano trabajando en este magnífico monumento que ya lleva a sus espaldas más de 236 millones de visitantes.... y ¡que vengáis todos a verme!

Mil besos mis queridas y queridos



jueves, 17 de abril de 2014

La gran estafa (y no hablo de la película)

Queridos lectores y lectoras... hoy vengo a contaros una nueva historia!

Cuando una persona se decide a viajar a París tiene que informarse sobre todos esos pequeños trucos que hay por las calles, todas las "malas gentes" que intentan sacarte el dinero como sea, vamos, que hay que ir con ochenta ojo para que no te roben, asalten o estafen. Para quien no sepa esto, le dejo unas simples instrucciones, simples que sirven para la mayoría de los casos:

Cuidado con las famosas "rumanas que quieren que les eches una firmita"


Si se te acerca una chiquilla/o para que le firmes para una asociación de sordomudos, no pierdas tu tiempo, sólo quiere tu dinero y con tu firma de chantajeará. El papel terminará en alguna basura y esa asociación evidentemente, ni existe. Lo mismo pasa con los vendedores de rosas, torres eiffeles, los que hacel el juego de los trileros...saben que eres turista y ellos no son carajotes, así que aprovecharán a la mínima.
De todas formas sé que tengo unos lectores muy inteligentes que ya sabían que hay que tener cuidado con estas cosas, y como dice la vocecilla del metro: ¡Cuidado, los carteristas pueden estar en su vagón!

Lo que yo no sabía es que a mí, tan pendiente que estoy siempre de todo, me iban a estafar de una forma tan tonta... os explico, la gran estafa ha consistido en... pagar para entrar en el "Palacio de Tokio".

La furia que me inunda cada vez que me acuerdo 

La otra noche, como buenas chicas cultivadas decidimos ir a visitar el famoso "Palais de Tokio" que está cerca de mi casa y que abre hasta las 12 de la noche. No teníamos mucha idea de qué había dentro, pero varias personas nos habían hablado bien de él y bueno, ¿por qué no?

Al llegar a la entrada y billetería vimos que la entrada era (para estudiantes) de 8 euros. Esto no es muy normal, ya que París tiene una oferta cultural enorme que en la mayoría de los casos es gratuita o muy barata para los jóvenes). El chico de la billetería nos dijo que teníamos una suerte enorme porque esa noche había más muestras que en un día normal y que podríamos disfrutar de las diferentes exposiciones. Nosotras, muy contentas, entramos...

Eso fue en el sentido más estricto de la palabra, una estafa. No quiero criticar el arte moderno porque cada uno entiende las cosas como quiere, pero en ese palacio había exactamente una sala con pantallas y una sala con una especie de esculturas hechas de jaulas viejas de pájaros y maniquíes embarazados. Sí queridos, dos exposiciones, mucho espacio vacío y lo único bonito, una alfombra pintada con grafitis. 

El palacio cuenta con tres plantas así que nos dijimos que en alguna de las plantas se encontrarían esas muestras maravillosas de las que el taquillero nos había hablado de la que "con tanta suerte" podríamos disfrutar esa noche. Fue así como llegamos a una de las plantas del sótano donde había un grupo de personas alrededor de un pianista. 


Ese señor estaba tocando piezas vanguardistas y llevaba 7 horas tocando el piano porque estaba en una maratón. Como eran piezas vanguardistas no sólo tocaba el piano señores! Además cada cierto tiempo dejaba de tocar las teclas para darle porrazos a las tapas (al compás, por supuesto), cosa que me dejó estupefacta. 


Lo único era que si el pianista era un poco raro, el público ya... ¿Sabéis esa sensación de llegar a un lugar y que todo el mundo se quede mirando fijamente? Pues eso.



Una señora vestida entera de amarillo, dos o tres que hacían un picnic, una chica vestida con un corsé de época, una mujer con un vestido roto y como culmen, un señor que se rascaba la cabeza, aplaudía a destiempo y te echaba unas broncas increíbles cada vez que hacías el mínimo ruido. 

El señor haciéndonos señales para que nos callásemos

Lo peor fue que después de tres cuartos de hora escuchando al pianista esperando que terminara su gran maratón, una chica llegó y dijo que lo sentía mucho pero que el palacio tenía que cerrar y que la maratón se tenía que terminar ahí. La gente empezó a abuchear y cuando ya vieron que no había más remedio, se lanzaron en aplausos y vítores al pianista. En ese momento ya empecé a barajar la posibilidad de encontrarme delante de una celebridad de la música sin haberme dado cuenta (no, no lo era). 

Nos dirigimos a la última planta que estaba, básicamente, vacía menos una sala en la que había muros cubiertos con bolsas de basura y una pantalla donde se veía un riachuelo. Ya está. El resto de la planta estaba lleno de cemento y materiales de construcción, y claro, ya en ese punto yo no sabía si eso era arte... o que estaban de obras.

Ya en la salida, tuve la impresión de que los guardias de seguridad y los de la taquilla nos miraban riéndose de nosotras, pensando por dentro "las gachís estas, se lo han tragado, y han pagado"...

Victoria mandándoles miradas asesinas 
como único recurso ante su indignación

Y esa es la gran historia de cómo fui 8 euros más pobre y gané un cabreo considerable (y vi a un señor aporreando un piano).

Por lo demás, esta semana estoy de "vacaciones" porque no tengo clase pero tengo un montón de trabajos y de cosas que estudiar.
Victoria intentando tranquilizarse cuando el trabajo se acumula

Hoy he terminado después de 4 días intensos, un trabajo sobre (atención) la distinción parasinonimica entre los verbos "prendre, saisir y attraper" que serían "coger, agarrar y atrapar". No sé pa qué narices hago estas cosas, pero bueno, tampoco sé para qué hacía raíces cuadradas en bachillerato... algún día podré echarme el pegote hablando de la distinción entre sinónimos franceses, oigan, nunca se sabe! 

Buenas noches y hasta la próxima!

jueves, 20 de marzo de 2014

Mi primera entrevista de trabajo

El pasado martes 18 hubo un gran acontecimiento en mi vida: MI PRIMERA ENTREVISTA DE TRABAJO


Puede que ya os haya comentado alguna vez que estaba buscando trabajo para poder quedarme en verano, ya que París ofrece muchas oportunidades para los jóvenes. Empecé a lo grande, echando mi currículum para el Louvre, la Oficina de Turismo Oficial de París, la Torre Eiffel… y quién me iba a decir a mí que la fortuna me sonreiría un poco y que justo un mes más tarde se organizaría una jornada de selección para la Torre Eiffel. Así pues me mandaron un correo para confirmar mi asistencia y una Victoria muy nerviosa empezó a prepararse la entrevista.

Yo estaba así de nerviosa

Victoria, vestida con sus mejores galas, maquillaje discreto (gracias a mis clases de maquillaje de youtube), melena recogida y sonrisa encantadora se disponía a darlo todo.

La transformación


Y yo que llegué a la entrevista creyéndome que yo sería especial JA JA JA
Una caca pa mí.

Cuando llegamos un señor nos dijo que él era el director de Recursos Humanos y que nos presentaría la empresa, después cada uno tendría que presentarse en un minuto y finalmente se pasaría a las entrevistas individuales.

Éramos unos 25, había una señora de 50 años y una mujer de 30, el resto eran de 18 a 24. Es decir, ¡MUY JÓVENES! Había incluso una chica de 17 años.
Cuando el señor terminó de presentarnos la empresa, los puestos, las condiciones… (y de avisarnos de que teníamos que ser capaces de evacuar la torre en 20 minutos)

Victoria aterrorizada


Nos dijo que al día siguiente como muy tarde tendríamos la respuesta, que podría ser negativa (vete, me has hecho daño, vete…)
O positiva, que significaría que nuestro perfil era acorde con lo que buscaban y que nos llamarían para la temporada de verano.

Entonces ese querido señor empezó a hablar en inglés y dijo “como todos habláis perfectamente inglés, ¿os dará igual presentaros en esta lengua no? Creo que la sonrisa maliciosa se le veía desde kilómetros de distancia. Yo me dije a mí misma que tampoco era tan grave, que cuando un francés habla en inglés suele tener bastante acento y que yo no lo haría tan mal. Otra vez: JA JA JA.




La primera chica que tuvo que hablar medía 1,75, tenía cuerpo de modelo, negra, guapísima y evidentemente hablaba un inglés recién salido de Oxford. Pero no sólo inglés señores, hablaba francés, italiano, alemán, español Y CHINO, tenía dos carreras y 24 años. Todavía me pregunto de qué planeta sale esa gente. ¡¿Por qué existe gente así?!

Victoria preparada para matarla a la salida

El problema no es que la primera que hable tenga una presentación tan impresionante, el problema era que prácticamente TODOS tenían una presentación así. Como ejemplo os pongo el chico de 20 años que hablaba francés, inglés, ruso, alemán y que tenía nociones “de checo, español e italino” y mientras hacía un doble grado en derecho y marketing. Queridas películas futuristas de robots, LOS ROBOTS YA SE HAN DESARROLLADO EN PARÍS.

Esto está pasando en París


Imaginarse entonces yo, modesta gaditana, que lo único que se me ocurría era ponerme a cantar un pasodoble a la Caleta a ver si de esa forma llamaba la atención.
Cuando pronunciaron mi nombre ya estaba preparada para arrancarme por Juan Carlos Aragón, pero no os preocupéis, me lo pensé dos veces (no vaya a ser que por culpa de eso no me vuelvan a dejar entrar en le Falla).
Me presenté, un poquitín nerviosa pero sin mucha complicación.



Tuve la suerte de ser de las primeras en pasar la entrevista individual, y dos señoras bastante agradables me preguntaron que cómo me desplazaría hasta el trabajo, desde qué día estaba disponible, por qué hablaba italiano, que qué estudiaba… vamos las preguntas normales, pero yo ahí ya estaba tan relajada que no tuve mucho problema, total, dentro de mí decía “qué narices hago yo al lado de la modelo que habla chino”.

Victoria desolada


Me fui dando un paseo hasta mi casa, sorteando las rumanas que intentan que firmes en sus papeles, los que venden torre eiffeles y a los indios de las rosas y llegué contenta a mi casa.
Lo que no podía imaginarme es que tendría una respuesta tan sólo 3 horas más tarde, diciéndome que mi perfil les había gustado y que contactarían conmigo cuando tuvieran un contrato que ofrecerme.

Reacción de Victoria

Así es como una humilde servidora ha sido seleccionada para trabajar en el monumento más famoso de (me atrevería a decir) todo el mundo.
Si me pongo seria, no me creo todavía que me hayan seleccionado, como diría mi querida Alexia (“Victoria, cree un poquito en ti”) así que gracias cariño, tus consejos me han servido, y en momentos como este es como si estuvieras aquí de nuevo.

Muchos besos a todos, seguiremos informando.


lunes, 27 de enero de 2014

Venecia, patria queridaaaa

Queridos lectores y lectoras, hoy vengo para contaros.... ¡las mini-vacaciones en Venecia!

Dicen que quien tiene un tío en Graná, ni tiene tío ni tiene ná... pues bien, yo tengo una tía en Venecia, más conocida como "La Ana Medina-Willifog" que un día cogió las maletas y tiró para Italia para terminar casándose con "el Giampi", un italiano muy buena gente que tiene un reducido vocabulario español ("picha" y "joé qué caló"). No, ahora sin bromas, toda la familia sabemos que en realidad dentro de nada saldrás hablando español mejor que ninguno.

Hace unos meses, buscando gangas por Raynnair (siempre siguiendo el camino Quetiano) encontré un vuelo ida y vuelta por 49,99 París-Venecia y vi la perfecta oportunidad para hacerle una visita a mi tía.

Victoria cuando vio el precio de los vuelos

Aunque hace muchos meses de eso, llegó por fin el 19 de enero, día en que una Pepis cogió su maleta y tiró para el aeropuerto de Paris-Bouvais. Pero Pepis no iba sola, ¡qué va! ¡Pepis se llevaba a Juana! Bueno, no se llama Juana, sino más bien Carmen, otra gaditana que ya conoceréis de fotos, experiencias y situaciones vividas en París. (Recuerden, fue ella con la que fui a ver la exposición donde se hacía una alegoría al miembro masculino).

Así pues, el 19 de enero corrí a la habitación de Carmen para despertarla como se merecía.... con la presentación de La Sereníssima de Juan Carlos Aragón.

Oh donna mia veneziana...!

El viaje hacia el aeropuerto y el avión fueron bastante tranquilos, casi no parecía que íbamos con Raynair... hasta que el avión aterrizó y la gente comenzó a aplaudir... sí, habíamos llegado a Italia.
Pero no fue sólo eso, en el avión se escucharon cornetas (sí, CORNETAS) y el piloto dijo Bienvenuti a Venezia.... Sí, habíamos volado con Raynair.



 Nos recibieron Ana, Giampi y Stefi y fuimos a cenar a casa. Cenar... cuando estás de erasmus, la palabra cenar tiene una connotación diferente, más bien un significado diferente, aquello era CENAR... ¡con un puchero de verdad!! Nos faltó llorar de felicidad.

Carmen me había pedido algo muy simple "Victoria, yo quiero andar por Venecia, perderme y pasear".
Po' toma paseo, al día siguiente, 7:45 de la mañana, ya estábamos en las calles de Venecia, y no paramos de andar hasta las cuatro de la tarde.

 Carmen cuando se dio cuenta de lo que había pedido

Ese día visitamos San Marcos, el puente Rialto (tres veces cada uno), diferentes iglesias y desayunamos tres veces. Qué dura es la vida de turista.

El segundo día veneciano también lo empezamos despertándonos a las 6:25 de la mañana (horario bonito donde los haya) y fuimos a ver la Academia, (a la que entramos gratis por ser las primeras en llegar. Ocho y cuarto de la mañana, el vigilante dijo, "estas pobres no están muy bien del coco, mejor las dejamos pasar gratis"). 
También visitamos el Palacio Ducal, la Biblioteca Nacional Marciana (donde como podéis imaginar visitamos una interesante exposición sobre marcianos, E.T.E. y demás ovnis volantes), el Museo Arqueológico y el Museo Correr.

Os preguntaréis por qué hay un museo que se llama Correr. 
Yo lo sé.

Pero antes de contaros por qué se llama Correr, os voy a hacer una pregunta muy simple... ¿qué es lo mejor que puede pasarte en Venecia?

¡Encontrarte a tu ex-novio!


Sino, que se lo digan a Carmen. Querida Carmen, no lo cuento con maldad, lo cuento porque fue ahí, en ese preciso instante cuando el nombre de Museo Correr, se hizo realidad en el sentido más estricto de la palabra, ya que la carrera en pelo que cogimos, no fue normal. 

Carmen y yo huyendo a la par que nos preguntábamos 
cómo narices podía haberse dado una casualidad así

 Esa noche cenamos con todos los primos de mi prima, la familia Bertolini al completo, y no sé yo si por el abuso de la cerveza, o el cazone napolitano, mi tía y Carmen se echaron más de una risa juntas. (Sí, esa risa de la Ana que termina siendo el centro del restaurante entero). 

Nuestro tercer día, lo dedicamos a ver las islas venecianas cogiendo el vaporeto, como señoras. Descubrimos así las maravillosas islas de Murano, Burano y Torcello. Bueno, esta última merece una mención especial, porque básicamente en esa isla sólo había una iglesia, tres bares...y un señor vendiendo máscaras.

La visita a Torcello nos trajo unas dudas existenciales: 
¿Qué le pasará por la cabeza a un señor que se plantea vender máscaras en Torcello?
¿Torcello se considera qué, aldea, pueblo... isla fantasma?
¿Nacen niños en Torcello?
¿Entra realmente alguien en el Museo de Torcello?
¿Para qué necesitaban un museo?
¿Qué tipo de maldad lleva al encargado de la Iglesia de Torcello a poner la entrada de la iglesia a cinco euros?
Peor aún, ¿qué tipo de maldad lleva a la gente de Torcello (a la poca que hay) a cobrar por ir al baño UN EURO Y CINCUENTA CÉNTIMOS. ¡Para hacer pipí! Señores y señoras habitantes de Torcello, estáis incitando que los turistas vayan a hacer pipí a un canal, y lo sabéis.

En fin, creo que eran preguntas que todos los turistas que estábamos allí nos hacíamos, y cuando digo "todos los turistas" me refiero a Carmen, a una pareja de japoneses y a mí, porque ya no había más gente.

Victoria y Carmen haciéndose preguntas sobre Torcello

 El jueves 23 era el día en el que dejábamos Venecia, y así le dijimos adiós, mirando cómo las barcas se mecían entre las aguas de los canales y la ciudad soportaba a los únicos turistas que vienen en el mes de enero, los japoneses.
Próximamente en Venecia
¡Hasta la próxima!
Besitos, Victoria


domingo, 8 de diciembre de 2013

Clases de retórica francesa que terminan con exámenes de Kennedy

Queridos y queridas, fin de otra semana en París... una semana que dentro de lo que cabe ha sido rutinaria pero como siempre, hay detalles que contar, porque vivir en París no deja nunca indiferente!

La semana empezó con una gran noticia. Bueno, primero tengo que especificar que para mí las semanas empiezan el martes porque el lunes no tengo clase....
Y voilà, me dieron por fin la nota de una asignatura que tengo de lingüística inglesa, bastante absurda por cierto, en la que el profesor se divierte contando conjunciones de coordinación. Cuando vi mi nota aprobada.... esta fue mi reacción:

Juro que no estoy exagerando

Sin embargo llegó el temido jueves, y con ella esa maldita asignatura de retórica francesa a las 8 de la mañana que no hay ser vivo que aguante despierto las dos horas de clase, y allí estaba Victoria, agarrándose los ojos con pinzas de tender para no quedarse frita e inyectándose café en vena... pero nada, estuve dando cabezazos como si no hubiera mañana. Y lo peor es que el sábado era el examen final de esa queridísima materia (sí, el sábado... un examen un SÁBADO, Vive la France, Vive la Sorbonne). 
Es un motivo por el cuál me he llevado toda la semana leyendo discursos y ya estoy capacitado para convenceros de cualquier cosa, creo que hasta sería capaz de jugar con mis armas mortíferas de retórica y convenceros para escuchar un disco de Andy y Lucas durante ocho horas seguidas sin que os quejarais, cómo os quedáis. 

Y llegó el temido sábado.... con ese temido examen. Después de haber leído y releído las miles de cartas de Montesquieu y to los discursos que el dichoso Charles de Gaule había pronunciado, cuando ya estaba convencida de que si no era un francés el que nos ponían en el examen, sería Nelson Mandela (que en paz descanse) me veo que la pregunta es "Analiza este discurso de Kennedy" (bueno, el examen era en francés así que en verdad ponía analisé sil vu plé este discugso de Kenedí) Qué decepción, me creía que iban a tirar más pa su tierra y poner uno francés.
Pero sin más detalles oscuros y horribles sobre la caca de examen, salí al menos sintiendo la libertad de no tener que leer más palabrería...

Y además me compré un libro por un euro pa compensar el disgusto

Después ese sábado que tan mal había comenzado, siguió con rato buenísimo preparando la decoración de navidad del foyer y yendo a comer crêpes para seguir mi proceso de anti-dieta. 
La anti-dieta es un proceso que hay que llevar a cabo cuando vas a ver a tu abuela después de haber pasado más de dos meses fuera de tu casa, porque ella jamás aceptará que estás en tu peso ideal, así que hay que comer mucho antes de volver para que esté satisfecha, así que abuela, no te preocupes, me estoy preparando para cuando nos veamos.


Victoria próximamente

Después fuimos al mercado de Navidad del Sagrado Corazón y a beber un vino al barrio latino (qué glamour por dios).

Para terminar, no puedo obviar cuáles han sido mis manjares de este fin de semana... porque hoy, domingo 8 de diciembre, es un día especial, un día precioso que siempre quedará en el recuerdo como el día en el que COMÍ LENTEJAS EN PARÍS.
Sí queridos/as lectores, una chica del foyer, (sevillana tenía que ser) me dio un tape de lentejas con chorizo que comí con dos lagtimones resbalando por mis mejillas. 

Victoria relamiéndose

Y encima para cenar hice una tortilla de papas. De papas, nada de tortillita francesa, hasta le puse cebolla.

Omitiré el bonito momento en el que casi la lío parda 
intentando darle la vuelta a la tortilla.

Y eso es todo amigos, pronto volveremos contando cómo son los últimos días antes de volver a casa por Navidad... (va a ser duro dejar este sitio durante dos semanas, quién me lo iba a decir).


Besitos, Vic

lunes, 2 de diciembre de 2013

París mandando indirectas

Hola queridos y queridas, hoy os voy a contar un secreto: París me manda indirectas.

Mi abuela estará contenta de saber que he engordado un par de kilos y aunque el estrés de la vida parisina me obligue a subir y bajar escaleras de metro, durante la semana no hago largas caminatas, por eso París decidió el jueves darme una lección y mandarme una indirecta.

¿Cómo? Muy sencillo.

Quería volver a casa y me fui a la parada del bus (7 minutos de espera). Me monto en un abarrotado bus número 63:

Estudiante erasmus ahorrándose el billete de bus

Y entonces París dijo: Querida Victoria, por favor, deja de llevar una vida de gorda y camina un poco! Y el bus se estropeó.

Intentando esquivar las indirectas me dirigí al metro más cercano, caminando con estilo:

Sí, así es como suelo entrar al metro

Y el karma dijo: ¡que se estropee el metro también!

Una Victoria muy cabreada va en busca del RER.
Y aquí introduzco una nota aclaratoria, porque este blog es ridáctico (a la par que ríes, aprendes). El RER es un tipo de tren que va desde París ciudad hasta los diferentes barrios que están en las afueras, dentro de París tiene menos paradas así que suele ser más rápido si tienes la suerte de vivir al lado de una de las paradas. Me encaminé entonces hacia mi RER, el RER C....

El RER sin embargo se caracteriza por estar habitado normalmente por gente más bien rara. 

Especie que habita normalmente el RER

Y cómo no, el RER decidió que todos los pasajeros teníamos que abandonar el tren en una parada para montarnos en un tren distinto a causa de problemas técnicos.

Una Victoria más que cabreada se baja del RER y espera durante otros 7 minutos al siguiente.

Finalmente Victoria llega a casa una hora después habiendo hecho un trayecto que normalmente se hace en 15 minutos.
Victoria poniendo cara de satisfacción

¿Y este fin de semana?

Voy a bautizarlo el fin de semana culinario, y no porque haya visto culos (que también) sino porque he comido por primera vez desde que llegué un pescado en condiciones. Anaïs me hizo una cena que nada tenía que envidiarle a las tapitas del Faro, crema de aguacatesatún con puré de boniato. (Querida familia, sí, estoy practicando para hacer la cena de Navidad, no os preocupéis). Y además hicimos vino caliente, que el simple olor ya me llevaba a recordar la Navidad pasada en Estrasburgo y por consecuente a mi queridísima Alexia.

Además he podido disfrutar de las vistas de la Galeria Printemps...


Y también aprovechar para ir un poco de compras...

La táctica de las ladronas profesionales


Para terminar, estos días me estoy hartando de leer discursos para un examen que tengo el sábado que viene, así que ya sé más retórica que cualquier político español.
Un momento, antes de cursar la asignatura no sabía nada de retórica.... es decir, ya tenía el nivel de retórica de cualquier político español.

Y además he empezado a buscar trabajo para el verano, mirando qué empresas me interesan más... y como cualquier soñadora, pues echo el currículum en el Louvre, en La Biblioteca François Mitterrand, en la Oficina Oficial de Turismo de París... pero la cruda realidad....


...es que terminaré lavando platos en un chino.

Volveremos próximamente con noticias frescas cual gambitas de la plaza!
Besitos,

Victoria